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Hoy es un día especial para los estadounidenses, hoy es THANKS GIVING. Quien me conoce sabrá perfectamente que hay costumbres y tradiciones americanas de las cuales no soy nada partidaria, sin embargo, esta celebración no sólo tiene mi aprobación si no que también goza de mi admiración. Tanto es así, que me encantaria que España algún dia tambien adoptase el día de hoy (u otro) como dia festivo.
Thanks giving está compuesto por 3 grandes pilares: la gratitud, la familia- amigos y la comida. Cada uno elige el orden de importancia, pero creo que esos 3 ingredientes siempre tienen que estar presentes.
Este año probablemente sea algo diferente para algunas familias, supongo que en muchos casos será la primera vez, en muchos años, que muchos falten a tal evento o incluso que los miembros de una familia no puedan ni abrazarse. Pero quizá, este año el agradecimiento sea más sincero, más verdadero, quizá incluso sea capaz de superar en importancia a la comida tan rica que preparan.
Que importante es parar...
Parar en medio de un mundo tan incierto, en un mundo donde tantas personas están sufriendo, parar para dar las gracias publicamente por los que están a nuestro lado aunque estén lejos, por lo que tenemos, por lo que no tenemos, y por lo que somos.
Hoy, os dejo con esta receta típica americana de una persona especial. Espero que te animes a hacerla, que leas más sobre la Guiri que me lo ha enseñado y sobre todo, que tú hoy tambien seas capaz de parar y valorar todas las cosas que hay en tu vida, y ser agradecido por ello.
En el resto de publicaciones pongo la receta y después un poquito sobre la persona que me la ha enseñado. Esta vez, lo haré al revés, porque aunque el Apple Crisp merezca toda nuestra admiración, ella... es mucho más importante.
Nuestra Guiri es una persona muy especial. Se llama Jenna y es uno de esos regalos que vienen sin envoltorio, esos que llegan en un momento sin importancia, pero que poco a poco vas descubriendo su valor.
Hemos compartido muchos momentos juntas, pero sin duda uno que me encantó fue cuando me mudé al centro de Sevilla y me gané el título de la "vecina de abajo". Que divertido es poder asomarte a la ventana de tu cocina, echar la vista arriba y ver a tu amiga con sus cascos puestos, bailando y cocinando al mismo tiempo. Ese patio interior andaluz ha sido testigo de muchas conversaciones de abuelas jóvenes como nosotras.
Hablar de Jenna, es hablar también de comida. Su comida es un reflejo de su personalidad. Comida dulce, picante, diferente, sensible, siempre con buen emplatado, ...una comida que parece sencilla, pero cuando ves su elaboración entiendes su complejidad. No se conforma con hacer siempre lo mismo, ella intenta intenta innovar y no sé cómo lo hace, pero siempre es un éxito.
Pero lo que más me gusta es que siempre está dispuesta a compartir con los demás aquello que tiene. Imposible recordar cuantas veces habré subido por esas frías escaleras, algunas incluso en pijama, para disfrutar de una rica cena. No importaba el día o la situación, antes de abrir su puerta sabía que siempre me encontraría con dos cosas: la sonrisa hospitalaria de Jenna y un rico olor que salía del horno. Dos ingredientes que se convirtieron en toda una medicina en esos largos y complicados días que todos tenemos.
Hoy Jenna no puede estar con su familia en Estados Unidos, y seguro que será dificil estar tan lejos, pero eso no la ha frenado. Tanto hoy como ayer ha estado cocinando todo un banquete americano para amigos. Y me la imagino ahí, preparando y cocinando 30 elaboraciones al mismo tiempo, con una mise en place ordenada y caótica al mismo tiempo. Un perro dando vueltas mareado con tanta mezcla de olores y una botella de vino que va bajando...¿poco a poco?
Tengo muchos motivos por los que estar agradecida, pero hoy sin duda, doy gracias a Dios porque nuestros caminos se hayan cruzado y porque sé que no importa cuan alejadas estén las puertas de nuestras casas, siempre te podré llamar y encontrar... tu especial sonrisa.
¡Gracias Jenna!
Ahora si, aquí tenéis la receta del #AppleCrips que siempre hacen en la familia de Jenna.
INGREDIENTES
Mezcla para las manzanas:
750g manzanas cortadas (5 manzanas)
2 cucharas harina
100-200g (¼-½ taza) azucar
2 cucharadas canela
2 cucharas agua
Pellizco de sal
Crumble:
100g (¾ taza) harina
75g (¾ taza) copos de avena
100g (½ taza) azucar de caña
115g (½ taza) mantequilla
Procedimiento:
1. Cortar las manzanas en juliana
2. Añadir la harina, el azúcar, el agua, la canela y un pelin de sal.
3. Mezclamos para que se integre todo correctamente, y lo colocamos en un recipiente mediano.
4. Lo llenamos hasta arriba, tal y como hace Jenna jeje
5. Por otro lado hacemos el crumble: mezclamos la harina, la avena, el azúcar y la mantequilla.
6. Con las manos se mezcla todo y se echa sobre las manzanas
7. Hornear durante 30-40 minutos y disfrútalo calentito con helado de vainilla, nata montada ¡o incluso leche!
¡Que aproveche!
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Today is a special day for Americans, today is THANKS GIVING. Anyone who knows me will know perfectly well that there are American customs and traditions of which I am not at all in favour, however, this celebration not only has my approval but also my admiration. So much so, that I would love Spain to one day also adopt today (or another) as a holiday.
Thanks giving is made up of 3 great pillars: gratitude, family-friends and food. Everyone chooses the order of importance, but I think those 3 ingredients always have to be present.
This year will probably be a little different for some families, I suppose that in many cases it will be the first time, in many years, that many will miss such an event or even that the members of a family will not even be able to hug each other. But perhaps, this year the gratitude will be more sincere, more true, perhaps even able to surpass in importance the rich food they prepare.
How important it is to stop...
To stop in the middle of such an uncertain world, in a world where so many people are suffering, to stop to thank out loud for those who are by our side, even if they are far away, for what we have, for what we do not have, and for what we are.
Today, I give you with this typical American recipe from a special person. I hope that you will dare to make it, that you will read more about the Guiri that has taught it to me and above all, that today you too will be able to stop and value all the things in your life, and be grateful for it.
In the rest of the publications I put the recipe and then a little bit about the person who has taught it to me. This time, I'll do it the other way around, because although the #AppleCrisp deserves all our admiration, she... is much more important.
Our Guiri is a very special person. Her name is Jenna and she is one of those gifts that come without wrapping, those that arrive in a moment of no importance, but that little by little you discover her value.
We have shared many moments together, but without a doubt one that I loved the most was when I moved to the centre of Seville and earned the title of "the neighbour from below". How fun it is to be able to look out of your kitchen window, look up and see your friend with her headphones on, dancing and cooking at the same time. That Andalusian inner patio has witnessed many conversations of young grandmothers like us.
Talking about Jenna is also talking about food. Her food is a reflection of her personality. Food that is sweet, spicy, different, sensitive, always with a good presentation,... a food that seems simple, but when you see her preparation you understand her complexity. She is not satisfied with always doing the same, she tries to innovate and I don't know how she does it, but it is always a success.
But what I like most is that she is always willing to share what she has with others. It is impossible to remember how many times I have climbed those cold stairs, some even in my pyjamas, to enjoy a nice dinner. No matter the day or the situation, before I opened her door I knew that I would always find two things: Jenna's hospitable smile and a delicious smell coming from the oven. Two ingredients that became a medicine in those long and complicated days that we all have.
Today Jenna can't be with her family in the US, and I'm sure it will be difficult to be so far away, but that hasn't stopped her. Today, as yesterday, she has been cooking up an American feast for friends. And I can imagine her there, preparing and cooking 30 dishes at the same time, with an orderly and chaotic mis en place. A dog walking around dizzy with so much mixture of smells and a bottle of wine that goes down... little by little?
I have many reasons to be grateful, but today I certainly thank God that our paths have crossed and that I know that no matter how far away the doors of our houses are, I will always be able to call you and find... your special smile.
Thank you Jenna!
Now, here's a recipe for the #AppleCrips that Jenna's family always makes.
INGREDIENTS
Mixture for apples:
750g cut apples (5 apples)
2 spoons flour
100-200g (¼-½ cup) sugar
2 tablespoons cinnamon
2 spoons water
Pinch of salt
Crumble:
100g (¾ cup) flour
75g (¾ cup) oat flakes
100g (½ cup) cane sugar
115g (½ cup) butter
Procedure:
1. Cut the apples into julienne
2. Add the flour, sugar, water, cinnamon and a pinch of salt.
3. Mix so that everything is integrated correctly, and place it in a medium bowl.
4. Fill it up, just like Jenna does :)
5. On the other hand we make the crumble: we mix the flour, the oats, the sugar and the butter.
6. Mix everything with your hands and pour it over the apples
7. Bake for 30-40 minutes and enjoy it warm with vanilla ice cream, whipped cream or even milk!
Enjoy!
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